Mesón del Regidor
Mesón del Regidor
Calle Simón Bolívar #426 e/ Real del Jigue y Gloria. C. Historico,
Trinidad.
El Mesón del Regidor es un hotel pequeño con una atmósfera familiar, ideal para los viajeros que buscan un alojamiento asequible para conocer la más colonial de las ciudades cubanas, Trinidad, declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su ubicación en el centro de la ciudad lo hace ideal para recorrer las calles empedradas, visitar la Plaza Mayor, el Valle de los Ingenios y disfrutar la mezcla de historia, cultura y tradiciones.
Otro de sus atractivos es la cercanía a Playa Ancón. Esta casona de tejas tiene solo 4 habitaciones amuebladas con antigüedades, altas ventanas con balaustres de madera y un patio interior que recrean el estilo colonial de los siglos XVII y XVIII. Entre las facilidades del hotel están un bar, un restaurante y una terraza al aire libre
Animación
Bar
Cafetería
Mirador
Restaurante a la carta
Aire acondicionado
Teléfono
Televisión via satélite
Caja de seguridad
Secador de pelo
Minibar
Lugares de Interés
Distancia del Hotel: 14 km
Apenas una docena de kilómetros separan al centro histórico de Trinidad de las playas de la Península de Ancón, bañadas por las aguas del Mar Caribe y consideradas entre las mejores de la costa sur de la Isla. Sus fondos marinos, de escarpado relieve y notables concentraciones de coral negro, pueden explorarse en más de una veintena de puntos de inmersión.
Distancia del Hotel: 15 km
Topes de Collantes es un Parque Nacional ubicado en la Sierra del Escambray, la segunda cadena montañosa más alta de Cuba es un extraordinario paisaje natural protegido, de gran belleza y valor científico para la botánica y la ecología cubana. El lugar es ideal para practicar el senderismo y el montañismo. Distintas opciones permiten deleitarse de la observación de la flora y la fauna del lugar,
Distancia del hotel: 500 m
Situado entre las montañas y el mar, es un verdadero monumento arqueológico a la industria azucarera cubana de los siglos del XVIII al XIX. Puede considerarse como un sistema eco-cultural donde interactúan monumentos, naturaleza y sociedad, por lo cual constituye un objetivo de alto valor artístico. Junto con la ciudad de Trinidad, fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1988.
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